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Diezaños de nuevas familias

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Texto: Álvaro Rigal
Datos: Jesús Escudero
Fotos: E. Villarino, P. López, D. Muñoz


El 'tuit' apenas tiene un mes. Lo publicó la cuenta oficial del Partido Popular de Guipúzcoa y dice así: "Desde @ppgipuzkoa felicitamos a nuestro compañero Javier Maroto por su próxima boda. Enhorabuena y muchas felicidades". A continuación, un enlace a una noticia que informa de su compromiso con el economista José Manuel Rodríguez Carballo. "Gracias, compañeros", responde el nuevo vicesecretario sectorial del PP.

'Flashback' a septiembre de 2005.

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, defiende la decisión de su partido de recurrir ante el Tribunal Constitucional la ley que permite las bodas entre personas del mismo sexo: "No se trata de privar a nadie de ningún derecho, pero una cosa es eso y otra definirlo como matrimonio".

Retrocedemos un poco más: junio de 2005. El Foro Español de la Familia convoca una gran movilización en el centro de Madrid bajo el lema 'La familia sí importa'. "El Partido Popular apoya la manifestación a favor del modelo tradicional de familia y en contra del modelo elegido por el Gobierno para convertir a las parejas homosexuales en matrimonios", declara Ángel Acebes.

Falta un día para la manifestación y los carteles que la promocionan empapelan las paredes de la clínica La Milagrosa, donde Ana se recupera después de dar a luz a mellizos. Junto a ella, Elena, su pareja desde hace 15 años. Sin embargo, los recién nacidos, Sara y Diego, son hijos de madre soltera a todos los efectos.

"Cuando fui al Registro Civil me dijeron que tenía que inventarme un nombre de padre. Elena no existía", recuerda hoy. "Monté un follón, me eché a llorar... los funcionarios tuvieron que consolarme. Nos casamos poco después de la aprobación de la ley, con prisas, para hacer los trámites de adopción y que también fueran hijos de Elena".

Subiendo las escaleras del metro hacia el hospital
Ana y Elena
"El embarazo fue otra vez salir del armario a lo grande. El primer día de colegio ya pedíamos tutoría con los profesores para explicarlo. Recuerdo al que me dijo: 'Espero que algún día tengas que dejar de avisar'. Nos preparamos para enfrentarnos a todo, para educar a nuestros hijos en la autoafirmación, pero ha sido mucho más sencillo. A nuestro alrededor han ido desapareciendo los prejuicios y ellos nunca se han cuestionado nada: tienen dos mamás y les hemos explicado mil veces cómo nacieron. Los niños te lo cambian todo porque para ellos es normal. Son ellos los que cambian el mundo"

Los mellizos pasan su primer día de vida ajenos a la multitud que en las calles corea "No al desmadre / queremos madre y padre" mientras se agitan banderas de España con el mensaje "Matrimonio verdadero = hombre y mujer". Entre ellos desfilan Jorge Fernández Díaz, Ana Pastor, Miguel Ángel Arias Cañete, Jaime Mayor Oreja, Eduardo Zaplana o Ángel Acebes. También la futura alcaldesa de la capital, Ana Botella, que meses atrás había expresado su postura sobre la ley explicando que "si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos".

Sobre el escenario, representantes del Foro Español de la Familia toman el micrófono: "Eliminar la familia es derrumbar a toda la sociedad. El Gobierno tiene que escuchar a estas familias que vienen aquí a decir: 'Por favor, no legislen contra nosotros'". 19 obispos llegados de todo el país aplauden sus palabras, encabezados por el cardenal Rouco Varela.

Subiendo las escaleras del metro hacia el hospital
Hugo e Isaac
"Entregamos la solicitud de adopción en 2012 cuando ya éramos pareja de hecho, y un año después nos dijeron que teníamos diez días para casarnos o perdíamos el tiempo de espera. Conseguimos ganar tiempo y nos casamos seis meses después sin perder el sitio en la lista. Hemos pasado entrevistas conjuntas y por separado, han visitado la casa y ya tenemos la idoneidad. Llevamos seis meses esperando: cada vez que me entra una llamada de un número de centralita me da un vuelco el corazón"

"Queremos que el matrimonio sea lo que ha sido siempre y lo que es en todo el mundo salvo en dos países", dijo aquel día Rajoy para apoyar la marcha desde la distancia. "Esta ley divide a la sociedad y genera tensiones inútilmente, no había necesidad de esto", declararía durante la campaña a las elecciones autonómicas de Galicia de aquel año.

Diez años después, el matrimonio entre personas del mismo sexo es una realidad en una veintena de países, incluido Estados Unidos, -que se incorporó a la lista ayer mismo- o la católica Irlanda, que lo aprobó en referéndum hace apenas un mes. Mientras, España encabeza los 'rankings' como el país más tolerante del mundo con la homosexualidad.

Ana y Elena se casaron aquel año con sus mellizos en brazos, pero no fueron las únicas. En esos seis meses de 2005 se celebraron 1.269 bodas entre personas del mismo sexo. Desde entonces se han casado 28.310 parejas, un 62,5% de hombres y un 37,5% de mujeres (datos del INE a finales de 2013, los últimos disponibles). En un 38% de las bodas hubo al menos un cónyuge extranjero. Los matrimonios entre personas del mismo sexo han supuesto en estos años un 1,8% del total de los celebrados en España.

18 palabras para cambiar un país
Beatriz Gimeno era entonces presidenta de la FELGTB (Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales). "Desde antes de que Zapatero fuera elegido secretario general ya habíamos cambiado nuestro discurso para negociar con el PSOE la inclusión del matrimonio en el programa electoral. Fue complicado, porque llevábamos años de debate dentro del movimiento y algunos pensaban que el país no estaba preparado. Leire Pajín creyó en ello desde el principio y Zapatero acabó convenciéndose también", recuerda Gimeno, hoy diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid. "Sabíamos que iba a salir adelante pese a los obstáculos: desde dentro del PP nos contaban que la posición en el partido no era unánime, y algunos incluso nos daban ánimos. Sabían que era inevitable".

Subiendo las escaleras del metro hacia el hospital
Celeste y Paloma
"Al ser dos chicas está mejor acogida la maternidad: de repente pasamos de ser dos 'tortilleras' a ser dos madres. A través de la maternidad la orientación sexual pasa a un segundo plano, nos es más fácil presentarnos como familia que a las parejas de chicos. Eso sí, desde el principio te preocupa el bienestar de tu hijo, que sepa qué contestar, que esté empoderado. No quieres que sea especial. Pero cuando juegan a papás y mamás, sus compañeros lo aceptan con normalidad, ya saben que hay muchos modelos de familia"

El ministro de Justicia del primer Gobierno de Zapatero, Juan Fernando López Aguilar, no oculta su orgullo al recordar "la primera vez en la que España se colocó en la vanguardia de los derechos sociales en la Unión Europea". Una modificación del Código Civil español que añadía una simple frase de dieciocho palabras al artículo 44: "El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo".

Al conocerse el contenido del anteproyecto, el Consejo General del Poder Judicial requirió el texto para estudiarlo, pero Justicia se negó. "No era obligatorio hacerlo -señala hoy el exministro-, pero aun así el CGPJ maniobró para informar negativamente sobre la ley". En aquel informe no solicitado se incluía una frase que señalaba que "llamar matrimonio a las uniones homosexuales supondría un cambio tan radical como llamar matrimonio a la unión entre un hombre y un animal". El ponente era el actual magistrado del Supremo José Luis Requero, que aceptó retirar ese párrafo. El informe, frontalmente contrario a la reforma, se aprobó en el Pleno por 11 votos a 9.

Subiendo las escaleras del metro hacia el hospital
Gerardo y Juan
"Nos casamos en 2006. Yo trabajaba en la diputación de Zamora y la verdad es que el recurso del PP al Constitucional nos impulsó a hacerlo. Fue una de las primeras bodas gay de Castilla y León y nos casó Fernando Martínez Maíllo, el nuevo vicesecretario del PP. Tras la aprobación de la ley se notó el cambio a nuestro alrededor, aunque con los clientes de la consultora nunca ha habido ningún problema. Se ha demostrado que la ley tiene valor pedagógico, por eso es importante que se siga legislando por la igualdad, no basta sólo con la del matrimonio"

Por su parte, la Conferencia Episcopal alertaba contra "una legislación injusta y contraria a la razón" y denunciaba "la corrupción del matrimonio". El entonces cardenal arzobispo emérito de Barcelona, Ricard Maria Carles, instaba a los funcionarios a no celebrar las bodas entre personas del mismo sexo "porque obedecer la ley antes que la conciencia lleva a Auschwitz".

"Es una pena que la Iglesia tenga esa postura", reflexiona hoy Pablo, católico de 29 años y casado con un hombre, "pero dentro de la propia Iglesia hay muchos grupos". Él lo sabe bien. Tras casarse con su novio 'por lo civil', celebraron una ceremonia oficiada por un jesuita con su círculo más cercano: "Fue en una capilla pequeña. Tuvimos una misa, una oración y el sacerdote nos dio su bendición".

"Yo soy creyente, he hecho mucho voluntariado, vivo la ética cristiana y trabajo en la Universidad Pontificia Comillas. Aquí todo el mundo lo sabe y la gente es muy respetuosa", cuenta Pablo. ¿Qué le parece que el secretario de Estado del Vaticano valorara la aprobación del matrimonio gay en Irlanda como "una derrota de la humanidad"? "Me imagino que hay mucha presión dentro de la Iglesia, pero yo tengo fe en este Papa, que ya ha hecho mucho. Los jesuitas son gente muy abierta".

"Un país más decente"
"El día del Congreso lo tengo muy grabado", recuerda Beatriz Gimeno, que estaba en la tribuna de invitados como presidenta de la FELGTB. "Cuando salí, todos los periodistas me pusieron los micrófonos delante y me eché a llorar. Al volver a casa andando con Boti -su exmujer, Boti García Rodrigo, también activista histórica- la gente nos pitaba desde los coches, nos abrazaba por la calle. Habíamos conseguido que fuera una lucha de toda la sociedad por la libertad y la igualdad, no sólo de nuestro colectivo".

Era el 30 de junio de 2005. Con 187 votos a favor (entre ellos el de Celia Villalobos) y 147 en contra (PP y Unió), el Congreso levantaba el veto del Senado y aprobaba definitivamente la ley. La jornada no estuvo exenta de cierta tensión: tras la intervención de la diputada socialista Carmen Montón, Zapatero subió al estrado de forma imprevista, lo que provocó la protesta de Rajoy, al que no se le permitió responder al presidente.

En un discurso de siete minutos y tintes históricos, Zapatero proclamó: "Estamos ampliando las posibilidades de felicidad para nuestros vecinos, para nuestros compañeros de trabajo, para nuestros amigos, para nuestros familiares. Y a la vez, estamos construyendo un país más decente. Porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros". Como cierre, unos versos del poeta griego Constantino Cavafis: "Más tarde -en la sociedad más perfecta- algún otro, hecho como yo, ciertamente surgirá y actuará libremente".

Subiendo las escaleras del metro hacia el hospital
Rafa Ríos
Donde hay matrimonios hay divorcios, y en España los del mismo sexo ya se acercan a los 2.000. Uno de ellos es Rafa, casado en 2007 y divorciado en 2014. "Hay más morbo alrededor de todo esto de lo que luego es realmente, simplemente las relaciones funcionan hasta que dejan de funcionar. El trabajo de mi exmarido (el arquitecto e interiorista Nacho García de Vinuesa) le llevó a Latinoamérica. Estuvimos dos años, pero yo quería volver a Madrid. Tenía que apostar también por mi propia carrera y acabé regresando. Durante dos años estábamos cada uno en un continente, yendo y viniendo, pero era imposible. Ahora tengo mi empresa de comunicación y Nacho es uno de mis mejores amigos".

Un nombre aparece de forma recurrente una y otra vez en todas las conversaciones con los protagonistas de aquellos días: Pedro Zerolo. Una foto de Reuters a las puertas del Congreso captó su melena rizada besando en la mejilla al entonces ministro de Justicia. "Esa foto se publicó en la prensa internacional. España pasaba del retraso a la vanguardia de cara al exterior", señala López Aguilar. "Es importante recordar a Pedro, su coraje, su empuje, su determinación en que sólo podía llamarse 'matrimonio' y no de otro modo. Un matrimonio ejemplar como el suyo, el que hemos conocido en la enfermedad, un amor que merecía reconocimiento".

Siete años de incertidumbre legal
Salto adelante a septiembre de 2011. Todas las encuestas dan por hecho que Mariano Rajoy será el próximo presidente del Gobierno en pocas semanas. En una entrevista en la cadena SER, llega la pregunta: "¿Mantiene usted el compromiso de modificar o retirar las leyes del matrimonio homosexual y el aborto?". "Bueno, yo he recurrido ante el Tribunal Constitucional y voy a esperar a ver qué es lo que dice el Tribunal Constitucional", responde Rajoy.

Lola y María se casaron pocos meses después. "Somos pareja desde 2002 y cuando salió la ley ni nos lo planteamos, pero con el paso del tiempo pensamos que nos daba cobertura legal, y lo que nos empujó fue la indignación de que el PP mantuviera el recurso", cuentan hoy en su casa de la calle Montera. En noviembre de 2012, siete años y medio después de la aprobación de la ley, la cuestión quedaba definitivamente cerrada: el TC certificaba su constitucionalidad por 8 votos a 3.

Subiendo las escaleras del metro hacia el hospital
Lola y María
"Siempre estuvimos apoyadas por nuestros padres y tuvimos el cariño de nuestra familia, por eso queríamos que salieran en nuestra foto de boda. Nunca nos hemos escondido. Yo -Lola- soy de un pueblo de 3.000 habitantes y allí todo el mundo lo sabe. Seguro que si lo hubiera ocultado sería motivo de cotilleo, pero si se traslada con naturalidad se acoge también con naturalidad. Nuestros sobrinos ahora tienen 13 y 15 años, y desde pequeñitos quieren muchísimo a su tía María".

Los argumentos del Constitucional no convencieron a todos: meses después, el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz reflexionaba sobre la cuestión señalando que "existen argumentos racionales que dicen que ese matrimonio no debe tener la misma protección por parte de los poderes públicos que el matrimonio natural. La pervivencia de la especie, por ejemplo, no estaría garantizada".

Jesús Generelo preside la FELGTB desde el pasado febrero y se encuentra inmerso en la organización del Orgullo. "Queremos que el décimo aniversario de la aprobación de la ley sirva para un nuevo cambio histórico", explica. "Sigue habiendo muchas situaciones que hacen que el colectivo LGTBI no disfrute sus derechos con la misma libertad. En algunas cuestiones incluso ha habido retrocesos, recortes que se justifican por dinero pero que son ideológicos, como la exclusión de las lesbianas del tratamiento de reproducción asistida por la Seguridad Social".

Subiendo las escaleras del metro hacia el hospital
Jorge
"Hace un año que vivo como abiertamente gay, desde los 15, en mi entorno y mi instituto está normalizado. Tengo amigos de todo tipo, aunque es verdad que el círculo de vida social sí es con otros gais. Nos reunimos todos en plaza de España, conocemos gente por Instagram... La relación más larga que he tenido ha sido de cuatro meses. No creo que ser gay me afecte en mi futura vida profesional, no es algo que me preocupe. ¿El ministro del Interior? No sé quién es".

Desde la Federación reclaman cuatro líneas de actuación: una ley integral de transexualidad ("hay diferencias de trato por CCAA, no hay normativa para los menores... necesitamos una ley estatal como la andaluza"); una ley por la igualdad LGTBI ("los poderes públicos deben tomar una actitud proactiva para evitar discriminaciones, educando a profesionales de la Sanidad, la Educación, la Policía, la Justicia... ya existe en Cataluña y Andalucía"); un pacto de Estado para la prevención del VIH ("sigue habiendo niveles de infección intolerables entre gente joven") y medidas en el sistema educativo contra el acoso escolar por homofobia y transfobia ("los estudios muestran el sufrimiento de los adolescentes, con un riesgo de suicidio superior a la media").

Adolescentes como Jorge, que tiene 16 años y vive sin problemas fuera del armario en el instituto tras terminar 1º de Bachillerato. Sin embargo, nadie en su grupo es ajeno a las vejaciones y las agresiones. "El otro día nos insultaron por la noche", cuenta su amigo Alejandro. "Estás abrazado con otro chico y gente que sale borracha de los bares te empieza a decir de todo. Conozco a algunos que han llegado a las manos. Nadie se merece ir con miedo por la calle."

De la polémica por la aprobación de la ley no tienen mucho que comentar: "Qué te voy a decir, no me acuerdo de nada. Yo crecí sabiendo que te podías casar con quien quisieras".